11 de febrero de 2018

Dublín en 1 día

Cuando viajas a Dublín siempre hay alguien que ha estado y te dice: Puf, Dublín se ve en 1 día!!. Yo creo que no, que aunque es una ciudad pequeña tiene muchas cosas qué ver y no sólo en 1 día, pero yo no tuve mucho tiempo, ya que como os conté en el post anterior fuí un fin de semana intenso con amigas y queríamos ver la ciudad de manera relajada, sin prisas y sin marcarnos tiempos. Llevábamos una ruta marcada para intentar ver lo imprescindible, pero aún así hubo cosas que no pudimos ver.
Lo mejor es que está todo muy cerca y la ciudad es muy cómoda para ir andando a todas partes.
Os voy a contar en orden lo que fuimos viendo en 1 día en Dublín (bueno, y unas horas del domingo, jiji):

1. Catedral de San Patricio (St Patrick's Cathedral)
La catedral de San Patricio es una de las dos catedrales pertenecientes a la Iglesia de Irlanda, junto con la Catedral Christ Church. Fue erigida en honor al patrón de Irlanda.
Era muy temprano cuando pasamos por allí, de hecho pasamos detrás de la persona encargada de abrir la puerta del jardín que hay al lado, que fue lo que más me gustó. La catedral en sí no me pareció nada del otro mundo, el entorno lo más. 
La entrada cuesta 6 eur y 5 eur para los estudiantes. Si tenéis pensado comprar la Dublín Pass, es gratis pasar a la Catedral. 



2. Dublinia
Es una exposición interactiva que invita  a los visitantes a realizar un viaje al pasado para conocer la historia de Dublín durante la época vikinga y la Edad Media. Este sitio combina historia y diversión para todas las edades, si viajáis con niños creo que es un lugar de parada obligada. Nosotras no pasamos porque no queríamos entretenernos. 
La entrada cuesta 9,50 eur y 8,50 eur para estudiantes. Con la Dublín Pass la entrada es gratuita. 
Está situada al lado de la Catedral Christ Church. 



3. Catedral Christ Church
También conocida como la Catedral de la Santísima Trinidad, es la más antiguas de las dos catedrales de Dublín. Sólo la vimos desde fuera, no entramos.
Se comunica con el museo de exposiciones vikingas Dublinia a través de un puente que fue construido en 1870. 
En la parte subterránea de la Catedral se encuentra una cripta del siglo XII que constituye la estructura más antigua de Dublín aún en pie y además podréis encontrar una cafetería diferente para tomar algo, esto me llamó bastante la atención, pero no teníamos tiempo para ver todo y fuimos hacia nuestro siguiente punto. 
La entrada cuesta: 6,50 eur y 5 eur para estudiantes. Con la Dublín Pass la entrada es gratuita. 



4. Castillo de Dublín
Muy cerca de la Catedral de Christ Church y en el centro de la ciudad se encuentra el Castillo de Dublín que ha tenido diferentes ocupaciones a lo largo de su historia. Es uno de los lugares más representativos del orgullo nacional y marco de importantes actos oficiales, como la toma de posesión, que se produce cada 7 años, del Presidente de Irlanda.
Se puede visitar su interior y la visita puede ser guiada, aunque es en inglés, nosotras pasamos y nos decidimos por la visita guiada. No fue nada del otro mundo y no lo recomendaría, he visto castillos más llamativos y las visitas fueron más interesantes. Nos decidimos por la visita guiada porque incluía alguna parte más que no te dejan ver por libre, como es la bóveda subterránea que hace retroceder en el tiempo, la capilla Real, sencillamente bonita, y la Torre de la Pólvora. 
También pudimos ver: el  rellano de los Battleaxe, la Sala James Connolly, el Dormitorio/sala exposiciones,  el Salón principal, el Salón del Trono, la galería de retratos ,  la Sala Wedgwood, la  Sala gótica y el Salón de San Patricio.
La entrada cuesta 7 eur  y  6 eur para estudiantes, y con guía 10 eur y 8 eur para estudiantes. 





6. Ayuntamiento 
La arquitectura georgiana predomina en este edificio, pasas por la puerta si paseas por Dame Street, no recomiendan mucho visitar la exposición porque suele ser larga y aburrida, así que nosotras la descartamos enseguida. La visita es gratuita al ayuntamiento, pero para entrar a la exposición hay que pagar 4 eur. 


7. Molly Malone
Es algo bastante típico en un viaje a Dublín hacerse una foto con la estatua de Molly Malone. Se encuentra delante de la Iglesia de St. Andrews, que también merece una visita, pero estaba cerrada cuando nosotras estábamos por ahí. 
De Molly Malone se dice que por el día vendía pescado y por la noche se dedicaba a otro oficio.


8.  Barrio Georgiano
El color gris destaca en la mayor parte de los edificios de Dublín, pero hay un barrio en la ciudad que destaca por el color, exactamente de sus puertas. El barrio georgiano se encuentra cerca del parque Merrion Square. A mí me fascinan este tipo de casas y no podía irme de Dublín sin visitar este barrio. 
Hay diferentes versiones del por qué están pintadas de esos colores, la primera es que las pintaban para que el marido no se confundiera de casa cuando volvía en estado de embriaguez después de haber pasado unas cuantas horas en los pubs y la segunda remonta años atrás en la que Irlanda formaba parte del Imperio Británico y en rebeldía con la reína Victoria que muy apenada por la muerte del príncipe consorte, mandó pintar las puertas de negro y los Irlandeses no estaban por la labor e hicieron todo lo contrario pintarlas en colores vivos. 
En estas casas vivieron personajes importantes como Óscar Wilde.



9. Merrion Square
Este parque es uno de los pulmones de la ciudad y en él se puede hacer una parada antes de continuar recorriendo la ciudad, es un remanso de paz, pero nosotras sólo dimos un paseo y fuimos a ver la estatua de Óscar Wilde que hay en uno de los extremos del parque, no paramos más porque hacía mucho frío.
Como nota curiosa os puedo contar que anteriormente era un parque privado sólo para los vecinos o personas pudientes que vivían en el barrio georgiano que rodea el parque, pero eso cambió y desde hace unos años puede disfrutar de él todo el que quiera. 



10. Trinity College
Es uno de los símbolos de la ciudad y la universidad más antigua de Irlanda. Se encuentra en pleno centro de la ciudad y ocupa una superficie de 190.000 metros cuadrados. Destaca en el conjunto de edificios que la componen la biblioteca. En ella se encuentran numerosos manuscritos antiguos, pero el más conocido es el libro de Kells que contiene un texto en latín con los cuatro evangelios escritos con una caligrafía muy ornamentada y con llamativos pigmentos. 
Es muy agradable visitar el campus y apreciar los diferentes edificios que forman la universidad. 
La entrada a la biblioteca  y al libro de Kells cuesta 13 eur, creo que es algo cara, aunque se trate de una de las universidades con más historia de Irlanda. Puede que en otra ocasión pase a ver la biblioteca porque me llama bastante la atención. 



11. O'Connell Street
Esta calle es una de las principales de la ciudad, comienza en el río Liffey y termina en Parnell Street. Sus aceras son bastante amplías y el paseo por ella es muy atractivo, ya que hay numerosos comercios.
También se encuentra en ella el monumento conocido como The Spire(La espiral), una aguja de 120 metros de altura que fue construido en 2003. 
La oficina de correos también se encuentra en O'Connell, pasamos a verlo pero no me llamó nada la atención, aunque es un edificio de gran valor histórico.


12. Ha'penny Bridge (El puente del medio penique)
Este puente peatonal es uno de los más conocidos de la capital irlandesa cruza el río Liffey y une la zona de Temple Bar con la calle Liffey.
Su nombre se debe al peaje que se pagaba hace apenas un siglo y es que para ahorrarse cruzar con los transbordadores la gente pagaba medio penique para cruzas cómodamente por el puente. 
Tiene 43 metros de largo y 3 metros de ancho y está construido en hierro fundido. 


13. Temple Bar
La zona con más personalidad de Dublín, una visita por excelencia, ya sea de día o de noche este  barrio es apetecible a cualquier hora. Un conjunto de calles adoquinadas y estrechas que guardan la esencia de la ciudad. Está lleno de típicos pubs irlandeses y restaurantes para comer, de tiendas, de cafeterías, de gente, de ambiente... . Es un sitio de visita obligada y no dejéis de entrar en alguno de sus pubs, es algo que se debe hacer una vez en la vida, o dos, o tres, jajaja. Me encantó este barrio!!!.
El pub más famoso del distrito es The Temple Bar, por la noche es casi imposible entrar en él, pero de día siempre encontraréis un hueco. La música en directo es lo más en este sitio. La fachada estaba llena de luces y estaba más bonita si cabe. 



14. St Stephens Green
Otro de los parques más populares y antiguos de la ciudad. Cuenta con amplias zonas en las que disfrutar del buen tiempo, algo que no hacia en el momento que visitamos el parque. Por lo que dimos una vueltecita  e hicimos algunas fotos. Es muy bonito y merece la pena pasar por él y ver a los numerosos cisnes y gaviotas que habitan allí. 
En el centro del parque hay una fuente y también destacan en él algunas esculturas de autores de la ciudad. 



15. Grafton Street
Es una calle peatonal repleta de sitios en los que tomar algo y con un montón de comercios, es otra de las calles principales de la ciudad y por la que tenéis que cruzar si queréis pasar un rato agradable escuchando música en directo o viendo a diferentes artistas callejeros. Está bastante concurrida a cualquier hora y para mí es de visita obligada. 
Además en una de las bocacalles está mi calle favorita de Dublín. Al pasar por allí me llamó mucho la atención el colorido de los carteles y las fachadas, así que mi amiga Belén (que fue la fotógrafa en este viaje) me hizo algunas fotos paseando por ella. 




Hasta aquí llegó nuestro fin de semana en Dublín, no tuvimos tiempo para mucho, pero tuvimos muy buenas sensaciones en un primer contacto (eso significa que repetiré) con la capital irlandesa. Dublín no es sólo Temple Bar, hay mucho más allá y os ánimo a descubrirlo. 



























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