17 de junio de 2014

Roma, la ciudad eterna. Día 2

En mi segundo día descubriendo la ciudad eterna también suelo realizar el mismo recorrido, aunque siempre hay alguna variante y se pueden descubrir rincones maravillosos al perderse por las calles.
Bien temprano y con entrada en mano salimos dirección a los Museos Vaticanos. Las entradas las saqué previamente y con mucha antelación por internet(el coste de las entradas es de 16 euros y 8 euros la reducida, aunque es gratuita el último domingo de cada mes). Es recomendable llevarlas compradas para evitar las tremendas colas que se forman para entrar y para comprar la entrada. Sin embargo, si llevas tu entrada ya comprada te evitas una cola y la otra, depende a la hora que entres. Una que es previsora, va a primera hora y así enseguida pasamos a disfrutar de las maravillas que se pueden ver en las galerías y estancias, todas con un valor artístico propiedad de la iglesia. La estancia más destacada es la Capilla Sixtina, su fama es debida a la decoración al fresco, y especialmente a la bóveda y El Juicio Final, obras de Miguel Ángel. La última colección incorporada a los Museos Vaticanos se inauguró en 2007, la cuál es bastante interesante o eso me pareció a mí.
Es una visita obligada cuando se viaja por primera vez a la ciudad, yo los he visitado sólo una vez y como ya os dije he estado en Roma tres veces. ;) Os dejo unas imágenes del patio de la piña, las obras no las voy a mostrar, tendréis que ir a verlas.
                                               

 
Estas son las famosas escaleras que dan salida a los Museos Vaticanos. Las escaleras son obra de Giuseppe Momo. En realidad se trata de dos espirales, una de subida a la exposición y otra de bajada para salir de los Museos Vaticanos.

 
Tras más de tres horas descubriendo el conjunto museístico, era el momento de ver la Basílica de San Pedro, la cuál se sitúa en la plaza del mismo nombre. La Plaza de San Pedro  es obra de Bernini. Sus columnas están alineadas y encima de cada una de ellas se encuentran 140 señores de diferentes épocas y lugares, por destacar algo. La plaza es una obra trapezoidal y en ella se encuentran dos fuentes, en medio se encuentra un monumental obelisco. La forma en que están colocadas sus columnas parecen los brazos para acoger al visitante, y eso será porque en esta plaza siempre se concentra tal cantidad de gente que es difícil admirar su belleza.
La Basílica de San Pedro, es la basílica con el mayor espacio interior de una iglesia cristiana, es una de las cuatro basílicas mayores. La construcción data del 1506 y finalizó en 1626. En ella trabajaron arquitectos como Miguel Ángel, Bernini o Donato Bramante.
La obra más destacada es la Piedad de Miguel Ángel, que está situada en la nave de la epístola que está a la derecha.  También en ésta se encuentra la tumba con los restos de Juan Pablo II desde el 27 de abril de 2014.

 
Al salir de la basílica tomamos dirección al Castillo de Sant'Angelo. Está situado en la orilla del río Tíber. El castillo puede ser visitado pero en ninguno de mis viajes a la ciudad he sentido curiosidad por descubrir su interior. Me encanta la vista desde el puente de Sant'Angelo, incluso si bajáis por unas escaleras al terminar el puente se pueden hacer unas fotos estupendas cuando cae el sol y se observa el puente y el castillo. En esta ocasión os voy a mostrar unas imágenes del Castillo desde el puente y  otra de la Via de la Conciliazione, la cuál puedo decir que es una de mis fotos favoritas, hay que tener cuidado al hacerla porque en Roma eso de la conducción lo llevan regular, así que si hacéis la foto desde el centro de la calle id con alguien que os avise si se acercan los coches o no. En ésta se ve la Basílica de San Pedro, es una de las imágenes inolvidables de Roma, quién haya estado seguro lo entiende. Aunque tampoco se olvida la imagen  de la Fontana de Trevi o del Coliseo, eso no se olvida, ¡os lo aseguro! .¿Las vemos?.

 
El día era estupendo para poder disfrutar de la ciudad y que mejor que hacerlo también de su gastronomía, para ello decidí ir a Campo de Fiori, es una de las plazas más famosas de Roma en la actualidad debido a su ambiente tanto de día como de noche. De día por su mercado y de noche por los pubs que rodean la plaza, en los cuáles se pueden degustar increíbles cocktails acompañados por una especie de buffet de pinchos. Comimos en la terraza de un restaurante llamado Magnolia y la verdad es que todavía recuerdo el sabor de aquellos espagueti a la carbonara, ¡riquísimos!. La pizza también es muy recomendable. La única pega es que la bebida es cara, aunque esto no es ninguna novedad, en toda Roma suele salir caro tomarte una cerveza o una copita de vino.



 
Pasear por Roma es un placer para los sentidos. Las calles adoquinadas nos llevaron a otra de las plazas más populares de la ciudad.La Plaza Navona, el encanto de esta plaza está en el arte de la gente que allí expone sus obras, a cada paso puedes conocer todo tipo de artistas. Es realmente extraordinario encontrar desde magos, pintores, músicos, etc. Es un centro de vida social de la ciudad. En la plaza hay tres fuentes, en el centro la Fontana de los cuatro ríos y en los extremos la Fontana del Moro y la de Neptuno.

 
Cerca de la Plaza Navona se encuentra uno de los monumentos más conocidos, y pensaréis: ¿Y cuál no?. Se trata del Panteón de Agripa, en cuya fachada hay una inscripción: "Marco Agripa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, (lo) hizo". La construcción de esta sala redonda está cubierta por una cúpula que destaca por su óculo abierto, por el que entra la luz e incluso la lluvia. Sí, sí, la lluvia, así que cuando llueve acordonan la zona justo donde cae y además el tempo cuenta con desagües en su interior. Mi recomendación es comprar un helado y sentarse en la fuente que se encuentra justo enfrente del templo. El helado si es de Giolitti mejor, para mi gusto es la mejor heladería de Roma, aunque es complicado entrar, merece la pena.

 
En cuanto terminamos de saborear nuestro helado, fuimos de nuevo a la Fontana de Trevi y desde ahí al Palacio del Quirinal, el cual es la residencia oficial del Presidente de la República Italiana. Esta visita no la teníamos prevista y nos llevamos una sorpresa tras ver que podíamos visitar su interior de manera gratuíta, vimos una exposición y el cambio de guardia. Todo un descubrimiento y las vistas desde la colina homónima, el Monte Quirinal, son impresionantes y más si ya está atardeciendo.
Con esta entrada termina mi experiencia en la ciudad eterna, como habéis visto hicimos ambos recorridos andando. Y es de esta manera como se disfruta la ciudad porque en Roma cada rincón es sorprendente, cada plaza, cada fuente, cada monumento, ... . En Roma todo es arte, el arte está en la calle. Roma es una de la ciudades más turísticas de Europa y siempre será 'Mi ciudad eterna'.