22 de enero de 2015

Londres: Día 1 Mercadillos y mucho más

Nuestra llegada a la ciudad fue la noche anterior. Aterrizamos con 40 minutos de retraso debido a que el espacio aéreo en Londres había estado cerrado por un problema informático, os podéis imaginar el caos que esto causó en todos los aeropuertos de la ciudad.
La primera noche sólo nos dio tiempo a dejar las maletas en el hotel, que aprovecho para decir que era increíble. El alojamiento en Londres es híper caro, o eso considero yo, y en esta ocasión, aunque pagué como en otras ocasiones pude conseguir una oferta. El hotel en concreto era Mercure London Bridge y como ya os he dicho fue una estupenda decisión. El barrio bastante tranquilo, aparentemente, porque en cuanto salimos a cenar por la zona había algunos locales que estaban hasta arriba de gente disfrutando de la noche de viernes. Hacía un frío terrible, y por no ir muy lejos decidimos cenar en un italiano que hay justo en frente del hotel. La comida exquisita y el trato recibido mejor. El local es perfecto para cenar y luego poder tomar una copa, además de ser acogedor, siempre está lleno de gente y eso invita a pasar. Os dejo el enlace del restaurante Vapiano.
Nos levantamos bien prontito y nos tomamos un café en la habitación(teníamos una cafetera Nespresso y mini bar incluido).
 La primera visita sería el Borough Market, un mercado de comida principalmente que se ha puesto muy de moda en los últimos años. Compramos algo para desayunar y dimos una vuelta por el mercado. Nos gustó mucho, ya que en ocasiones anteriores este mercado estaba cerrado.Los precios son bastante altos, pero: ¡Todo está tan colocado!. Los puestos son una maravilla. Realmente merece la pena darse una vueltecita por este mercado y si tenéis la ocasión de visitarlo a la hora de comer, lo normal es coger algo para llevar y disfrutar de la comida en el parque de Southwark Cathedral.






Compramos nuestras tarjetas Oyster, otro día os contaré el funcionamiento de esta tarjeta. Cogimos el metro en London Bridge hacia Ladbroke Grove para recorrer uno de los mercadillos más famosos de la ciudad: Portobello Market. En él se puede encontrar desde antigüedades hasta ropa de segunda mano y sin olvidarnos de la comida, así que hay para todos los gustos. Además de los puestos del mercadillo podréis encontrar gran variedad de comercios.


 
Estuvimos por aquí un par de horas y fuimos dirección a Harrods. Los almacenes no dejan indiferente a nadie, en esta visita no fue para menos. Está claro que éstos son un paraíso para cualquier amante de las compras, pero eso sí a precios algo elevados.  Me encanta pasear por el área de comidas. La zona egipcia y el memorial son imperdibles. En sí los almacenes más famosos del mundo son visita obligada para cualquiera que viaje a Londres, se han convertido en una atracción más de la ciudad. Esta vez me agobié bastante todo estaba demasiado masificado y es que en época navideña, ya os podréis imaginar.
Había llegado la hora de comer y tenía localizado un restaurante cerca de Harrods, así que allá fuimos. Ya me tocaba probar el famoso fish & chips y también pedimos un pollo con salsa barbacoa, que no estaba nada mal. La cuenta no superó las 42 libras, no me parece muy caro. Tomamos tres platos y varias bebidas. Había un par de camareros muy agradables que nos recomendaron sentarnos abajo en lugar de en la parte de arriba, ya que los precios suben un poco.
 




 
No habíamos terminado de reposar la comida y ya estábamos camino del Museo de Historia Natural. Estaba deseando ver el esqueleto de Diplodocus situado en el salón central, el cual domina la entrada del museo. ¡Es impresionante!. Sólo vimos esta parte del museo, queríamos ver varias cosas después, y ahora me arrepiento un poco de no haber disfrutado mucho más del museo.
Vuelta al metro desde South Kensington fuimos a Picadilly Circus, y esto si que fue agobiante, en mis anteriores viajes a la ciudad había podido pasear por el centro sin ningún problema, esta vez tenía que ser donde te llevara la gente. En Picadilly nos hicimos las fotos de rigor y andamos por la majestuosa Regent Street hacia Carnaby Street, no había pasado por esta calle nunca y es cierto que la decoración de Navidad  y la música en directo acompaña el atractivo de esta popular zona de compras.





 
 Tras pasar a alguna tienda que otra decidimos que era el momento de ir hacia Winter Wonderland. El mercadillo de Navidad más famoso de Londres, aunque yo tengo que decir que tampoco me llamó mucho la atención, puede que también se deba  a las aglomeraciones. Para  pasar fuimos andando desde la estación de metro de Green Park, este parque es más bonito de día que de noche, porque apenas está iluminado. Cuando llegamos tuvimos que esperar para pasar y lo hicimos por la puerta de Angel's Christmas Market.




 
Dimos una vuelta bastante rápida por el mercadillo navideño, hacia un frío terrible y las aglomeraciones no son lo nuestro. Todavía nos quedaba un mercadillo más por visitar. El mercadillo navideño de Southbank Centre, éste también es bastante frecuentado tanto por turistas como por locales. La orilla del río Támesis está repleta de restaurantes por esta zona y la diversión está asegurada, eso si encuentras un sitio para sentarte. Después del todo el día pateando la ciudad había llegado el momento de poner fin a nuestra ruta. No sin antes volver a cenar en nuestro restaurante italiano, del que seguiremos teniendo un magnífico recuerdo.